Los fraternos de la Zona de Zaragoza hemos tenido la oportunidad de hacer un alto en
nuestra frenética actividad para volver a situar, una vez más, nuestra vida ante Jesús,
con deseo de reconocerlo, disfrutar de su presencia y disponernos a encarnarlo mejor en
nuestro día a día. La ocasión se ha presentado en los ejercicios que hemos vivido en la
casa de las Esclavas de Cristo Rey, en Tudela, el último fin de semana de febrero.
Así, con la ayuda de las orientaciones de Nano Crespo y la participación y grata
compañía de todos los presentes, nos hemos acercado a la persona de Jesús en su
encarnación, en los primeros años de su vida en Nazaret y en diversos momentos y
situaciones a lo largo de su vida pública, y hemos podido confrontar nuestra vida actual
con la suya, para descubrir, tomar conciencia y poner delante de Él nuestras luces y
sombras.
El fin de semana ha dado de sí para que hiciéramos más oración de lo que
acostumbramos, para que participáramos en una celebración del perdón, celebráramos la
eucaristía el sábado y el domingo, animada por la guitarra de Clara y el canto de todos,
y compartiéramos con los demás alguno de los últimos momentos luminosos que cada
uno de nosotros ha experimentado recientemente en su vida. Y también, cómo no, para
que disfrutáramos de una muy agradable convivencia.
Comenzaremos la cuaresma, pues, con las pilas de nuestra fe más cargadas…