San Sebastián – Donostia

Las fraternidades de Donostia-San Sebastián son una apuesta por seguir el camino de Jesús desde la figura de María, sabiendo que su figura nos refuerza al hacernos sentir hermanos de esta familia. Es un lugar de encuentro de todos aquellos que, desde distintas realidades religiosas y personales, hemos tenido vínculos con el actual colegio Aldapeta María o con las comunidades Marianistas y decidido compartir nuestra vivencia de fe en comunidad.

En su conjunto, las fraternidades de San Sebastián están formadas por 7 fraternidades y 51 fraternos. Desde jóvenes que recientemente han finalizado su etapa escolar hasta personas con más experiencia de vida, las Fraternidades acogen grupos en distintas etapas vitales. Esto hace que los encuentros de Gran Fraternidad, a los que todos los miembros están invitados, sean un compartir muy enriquecedor donde los más jóvenes disfrutan de la experiencia integral de los veteranos, mientras que éstos escuchan con atención las ideas de los primeros. Además, vivimos y compartimos nuestra fe en relación con las otras ramas de la Familia.

Queremos seguir los pasos de Jesús y servir como Él nos enseña y poder así acoger con un rotundo sí la invitación que María nos hace: “Haced lo que Él os diga”. El fraterno busca que Su palabra se muestre en nuestros actos y servicios del día a día en nuestro ser laicos. Queremos vivir nuestra rutina en Su presencia y estar atentos al tiempo en el que vivimos. Por ello, las fraternidades son ese punto de encuentro que nos ayuda a acercar la fe a lo extraordinariamente ordinario de nuestras vidas. El compartir nuestras vivencias, convicciones y dudas forma parte de la riqueza de los encuentros de las fraternidades. Asimismo, son un punto de apoyo para seguir el camino y enseñanzas de Jesús teniendo como referencia de nuestra vida de fe la figura de María, reconociéndonos hijos suyos y proponiéndonos vivir con y como ella.

Desde hace unos años formamos parte de la comunidad Madeleine, una propuesta que sueña con un escenario de futuro compartido junto con las familias, el claustro, las comunidades y los grupos de pastoral del colegio. Esta nueva comunidad anhela transformarse en un lugar de encuentro cuya atmósfera de alegría, solidaridad, profundidad, ternura y presencia de Dios nos impulse a seguir construyendo un mundo mejor. Desde Fraternidades, se busca impulsar y contribuir a forjar los cimientos de este lugar de encuentro común alrededor del colegio, compartiendo la ilusión de que la comunidad sea reconocida por su alegría y por vivir el mensaje de Jesús apoyándose en María como inspiración y ejemplo.