Este finde semana he recibido el regalo de participar en los Ejercicios Espirituales de familia marianista en Tudela, ya que hemos participado personas de fraternidades de varias zonas, pero también de la red de colegios marianistas , y personas allegadas que sin formar parte de estos ámbitos , se han unido como unos miembros más de nuestra comunidad.
Personalmente, he recibido estos días como un don de Dios para disfrutarlo y solo puedo estar agradecida.
Encontrarse con Jesús , con uno mismo y con el otro.
Tener la experiencia de iluminar la vida cotidiana con la luz de Jesús; sentirle cerca caminando en mi vida y en la de los demás.
Sentir que Dios me ama a mí y a los demás tal y como somos, sin check list , ni hitos que alcanzar. Comprender esto y lo que significa también transforma mi mirada sobre los demás.
Estos momentos de encuentro, en los que hemos recordado a Nicodemo, a ese el rumor del viento del Espíritu que nadie sabe de dónde viene ni a dónde va…
Los discípulos de Emaus, que se encuentran a Jesús en el camino, y cuando le reconocen, Jesús desaparece.. y queda la realidad, y vuelven corriendo a ella, a anunciar .
Y la acogida, y los testimonios de las numerosas personas que han participado, y los cantos acompañando el sacramento del perdón…
Y celebrar la Eucaristía que nos devuelve renacidos para continuar el camino diciendo SI, atreviéndonos.
Gracias Paco, Iñigo, por soñar este fin de semana y aterrizarlo . Gracias Richi, Kuki por la ambientación, a Hugo, Mario, Clara, y Juanjo , y a David, por vuestras dotes musicales que tan bien nos ha acompañado , y a Félix y Javier Coca por acompañar en el sacramento del perdón, y , a todos los que de mil maneras y con vuestra presencia, habéis participado en este fin de semana.
Y ahora, como nos ha dicho Paco al final de la misa: Ite Missa est
Hasta pronto!
Susana Sayas. Fraternidades Vitoria