Quería compartir con vosotros la experiencia de unos Ejercicios Espirituales en la Casa de Ejercicios de Moncada el fin de semana pasado, los días 18 y 19 de febrero. Después de 2 años de no poder participar en ellos por la pandemia, este año sido posible y doy gracias por ello. Ha sido un retiro de los que vuelves a casa con una sonrisa de oreja a oreja. Javier Cortes nos ha mostrado el rostro de Cristo, nos ha ayudado a recordar de dónde proceden mis imágenes y sentimientos sobre Dios, nos a mostrado el difícil camino de reconocer que nuestro Padre no es un juez sino un Dios Amor y nos ha llevado a un clima de fraternidad entre todos los que participamos que no podremos olvidar fácilmente.
He vuelto a sentir a mi Dios Padre saliendo al camino para recibirme con los brazos abiertos después de haberme alejado de él. Su gran perdón, su compasión y su cercanía ha sido una bendición.
La actividad de la primera noche para conocernos todos, la celebración del Perdón y los ratos para compartir lo que íbamos viviendo durante el retiro ha hecho que salgamos todos sintiéndonos más hermanos si cabe. También quería destacar los cantos de Amparo. Creo firmemente que esa voz tan especial, esas canciones cantadas desde el corazon te abren al Espíritu y han sido un torrente que nos ha impactado a todos.
Ahora vuelta a la normalidad de nuestras vidas con el corazón muy caliente y con muchas ganas de mostrar el rostro de Cristo a nuestros hermanos especialmente los más necesitados. Que Dios os bendiga
Carlos Safranez
