Este es el título de uno de los libros más conocidos en el ámbito francés de la Familia marianista, pero desconocido en lengua española…hasta ahora. Y digo hasta ahora, porque ya lo podemos leer y disfrutar de él. Lo acabamos de publicar en la Biblioteca Digital marianista (BDM). Su autor, Juan Bautista Armbruster sm (1922-2008), lo compuso pensando en las fraternidades de Francia y a ellas se lo dedicó. Fue un gran enamorado del carisma marianista. Las personas que están entusiasmadas por el carisma de Dios, viven de él y lo transmiten. Eso nos pasa a nosotros, los miembros de la Familia marianista. ¿A quiénes podríamos señalar como compañeros y maestros de nuestra historia y espiritualidad? Seguro que nombraríamos a nuestro Eduardo Benlloch, que tanto bien nos hizo con sus libros, sus estudios, su humanidad y su cercanía con todos nosotros. Pero cada cual podría hablar de otros muchos. No hace falta que sean estudiosos, basta con que nos hayan contagiado su alegría y espíritu de iniciativa en campos diversos de nuestra vida marianista… Los tenemos cerca, basta con que abramos los ojos y el corazón. Fraternos comprometidos de una manera y otra para alimentar nuestra hambre de carisma y misión.
Juan Bautista Armbruster fue un religioso marianista francés, ejemplo de esta entrega continua a la Familia, por medio de sus investigaciones, libros y por su compromiso con el nacimiento de las Fraternidades en Francia y en Europa. Cuando era seminarista en Friburgo, fue un pionero en dar a conocer los escritos fundacionales de G.José Chaminade. No teníamos acceso a ellos de forma completa y con buenas introducciones. Entonces comenzó a estudiarlos y publicar unas obras, que han sido fundamentales a lo largo de los años: Escritos de Dirección (el Itinerario formativo-espiritual marianista), Escritos marianos, Comentario a la Carta a los predicadores de retiros, Escritos sobre la fe, etc… Finalmente entró a formar parte del equipo que recopiló y publicó, en siete volúmenes, los textos no epistolares de Chaminade: “Escritos y Palabras”. Una obra magna, fuente documental básica, junto a las Cartas del fundador (también en siete volúmenes). Ambas colecciones están en la BDM.
Una de las primeras obras con la que Jean-Baptiste Armbruster expuso el pensamiento del Fundador es«Conocer, amar y servir a María, con G.José Chaminade» (París, 1982). El título del libro y su estructura, recoge la triple expresión con la que el Fundador designó a las tres dimensiones antropológicas, que aplicó a diversos temas de su espiritualidad. Conocer remite a la dimensión racional, amar a la dimensión profunda o central del ser humano, y servir a la dimensión práctica. Esta tríada explica su visión sobre Jesús, tomándola de Juan Jacobo Olier: “Jesús ante los ojos” (conocerle), “Jesús en el corazón” (amarle) y “Jesús en las manos” (servirle, seguirle, conformarse con él en la vida). También la fe es vista desde esos tres pasos sucesivos: fe racional (“la fe busca comprender”), fe del corazón (amar lo que se cree) y fe práctica o comprometida. La fe, que surge necesariamente del conocer, si se queda en ello, y no avanza hacia la fe del corazón, se hace fe especulativa que “no salva” (Pablo en Romanos, justificación por la fe en Trento). Siguiendo estos tres pasos, también María debe ser conocida, amada y servida.
Esta obra ha tenido una influencia en dos direcciones. Una primera, en algunos nuevos estudiosos del P.Chaminade que se inspiraron ampliamente en ella para continuar sus trabajos. Y otra, sencillamente, en la revitalización espiritual de numerosas personas de la Familia Marianista, religiosos, religiosas y miembros de las Comunidades laicas marianistas.
El libro es muy importante en la bibliografía de Armbruster por ser un fruto maduro de su importante trabajo sobre María en los escritos fundacionales, que conocemos como «Escritos marianos”. En esa obra crucial, en la que se recopilaron por primera vez todos los textos marianos del Fundador, son importantes: a) Las introducciones a los dos volúmenes, donde se ofrecen las fuentes y las claves históricas de los textos. b) Los valiosos Índices bíblicos, de materias y de personas. «Escritos marianos» era la fuente, pero era necesario beber de ella y darla a beber. Eso lo representan tantos libros que la investigación y la divulgación marianista han ofrecido posteriormente.
«Conocer, amar y servir a María» es una obra con un enfoque y finalidad muy distinta a la que nos ha ofrecido años después Emilio Cardenas con su «Itinerario mariano de G.José Chaminade, Misionero de María» (SPM. 2004). Este es un estudio de investigación histórica, el de Armbruster es una obra de divulgación sobre nuestra relación con María, muy fundamentada y documentada desde los escritos fundacionales. La obra tiene su origen en unos encuentros en Italia y luego se convirtió en el libro que ahora traducimos y que estaba dirigido y dedicado a las Fraternidades marianistas de Francia. Pero el alcance de la obra lo convierte en un libro para toda la Familia marianista. Es una obra original por su enfoque de “nuestra relación espiritual con María”, lo que le da al libro una riqueza muy especial. Armbruster profundiza a la vez, en lo que significa esta “relación” desde la vivencia personal y desde la misión. Porque como dice Cárdenas en su título, Chaminade era un “misionero de María”, y eso brotaba por la relación espiritual que vivió con Ella. Es importante descubrir cómo une Armbruster la vivencia y la misión: Conocer y hacer conocer; amar y hacer amar; servir y hacer servir. Dicho esto, que es la gran aportación del libro a la bibliografía mariana marianista, debemos reconocer y agradecer al mismo tiempo, la fundamentación permanente del tema, en los escritos fundacionales. Esa es la otra cara de la moneda, porque el autor está continuamente haciéndonos escuchar los orígenes carismáticos. La Biblioteca digital marianista se enriquece mucho con esta publicación en lengua española.
Enrique Aguilera SM