Última tanda de ejercicio en Valencia: El regalo de María como nuestra madre , la primera creyente y discípula

Desde la invitación de Jesús, que nos llama a la puerta y a nos invita a cenar con El , empezamos la última tanda de ejercicios de este año del 8 al 10 de febrero, un grupo numeroso de personas de nuestra Comunidad de Fe y de edades diversas, lo cual ha sido muy enriquecedor.

Ha sido un recorrido precioso guiado por Javier Cortés, primero sintiéndonos en primera persona como el discípulo amado, sabiendo que Jesús nos ha amado primero ,independientemente de nuestra fe y situación personal. Y como tal, recibimos el regalo de María como nuestra madre , la primera creyente y discípula, que dio a luz a Jesús y a la vez lo hizo nacer en su corazón.

María introdujo el amor en el mundo con su sí y a través  del Evangelio nos hemos acercado a su vida y la hemos humanizado de alguna manera, sabiendo que estuvo presente en todo momento con Jesús y la comunidad de sus discípulos.

Fuimos Isabel en la Visitación, acogiendo y recibiendo  a María ,escuchando su saludo que nos llena de alegría. Esa alegría que María expresa en la Anunciación con el Magnificat y que escuchamos este fin de semana como si nos lo dirigiera María a cada uno de nosotros al corazón.

También tuvimos una interesante reflexión sobre las diversas formas de hacer oración: rezar, meditar, orar y contemplar , así como las diversas maneras de entrar en ella por medio de los sentidos, la cabeza y el corazón.

María también nos acompañó el sábado por la tarde para recibir el perdón, reflexionando el salmo 50. Durante todo el fin de semana rezamos varias veces el Ave María tal como aparece en el Evangelio, todos unidos de la mano, como nexo en estos ejercicios.

Tuvimos un momento muy emotivo el domingo por la mañana, cuando nos situamos todos al pie de la Cruz como discípulos amados y siendo la última voluntad de Jesús, el regalarnos a su madre, nos comprometimos cada uno de nosotros con ella en su misión.Acogerla como Madre de la misión , significa que también nosotros queremos ser misioneros de María, como decía el Padre Chaminade , dar a luz a Jesús en el mundo.

Hemos disfrutado mucho estos  días, de los ejercicios , de sentirnos comunidad y de las veladas.Nos llevamos un gran regalo y nos vamos llenos de amor para compartir.

Ana Balfagón