El Amor en los tiempos del COVID: primeros votos de José Enrique Méndez

La familia marianista de Zaragoza se reúne todos los años en enero para celebrar a los fundadores Adela y Chaminade. Este año la celebración se adelantó unos días, al sábado 8, para hacerla coincidir con los primeros votos de José Enrique, el novicio marianista que ha pasado los dos últimos años en nuestra ciudad.

Por desgracia, como ha pasado con tantas otras cosas, la pandemia, aunque no nos ha impedido reunirnos, ha obligado a limitar el aforo y las celebraciones posteriores. Aun así, hemos podido vivir con alegría, y en familia, este paso tan importante para uno de los nuestros.

Para los que muchas veces vemos como nuestra propia tibieza o debilidad nos apartan, a nosotros y a nuestras comunidades, del camino de Vida al que estamos llamados, es un gran signo de esperanza ver cómo Dios sigue actuando, tocando corazones y haciendo posibles compromisos que van más allá de nuestras propias fuerzas. Porque, aunque José Enrique sea muy majo y responsable (que lo es), lo que hemos celebrado no ha sido su capacidad y disposición para cumplir unos votos, sino la irrupción de Jesús en su vida, que la ha transformado y ha hecho posible este compromiso desde la debilidad.

Ojalá esta llamada a un seguimiento radical, que hoy hemos escuchado en el “Sal de tu tierra” de Abraham y en la invitación al joven rico, se abra paso entre nuestros miedos y nuestras dudas y podamos dejar que Dios actúe también en nosotros, haciendo posible lo imposible.