Encuentro de las CLM Europeas, conociendo nuestras realidades locales

El Encuentro de las CLM Europeas sucedió cerca de la ciudad de Agen entre los días 5 y 8 de octubre con el título «Se levantó y partió». Las Fraternidades de la Provincia de Zaragoza fuimos invitadas, así como las de la Provincia de Madrid, las CLM de Francia, las de Italia, las de Austria, las de Polonia y las de Suiza, aunque de estos últimos no pudo venir ningún representante, lo mismo que CEMI, que nos mandaron un vídeo. Junto a ellos hubo representantes de los religiosos y las religiosas, así como una miembro de la Alianza Marial.

En el encuentro pudimos conocer las realidades del resto de los países de Europa, con sus fortalezas y sus carencias, todos con un gran sentimiento de Familia y mucho ánimo por seguir viviendo el carisma Marianista. Tuvimos la oportunidad de hablar a la luz del Evangelio, nuestros documentos y los escritos del Papa Francisco de tres temas que son de común interés para toda Europa: la acogida, los jóvenes y la comunidad.

Sobre la acogida nos llamó mucho la atención que actualmente hay varios países donde se está trabajando con personas migrantes, refugiadas o víctimas de la trata de personas. Existe una inquietud generalizada con este reto que enfrentamos como sociedad y se habló de hacer un trabajo conjunto desde Europa.

Sobre los jóvenes se habló de la posibilidad de hacer encuentros de jóvenes a nivel europeo, similares a los que se hacían hasta que llegó el Covid. Los jóvenes son un tema recurrente, pero en concreto varias de las provincias de las CLM nos contaron que sus miembros son notablemente mayores (muchos octogenarios) y la falta de relevo generacional empieza a ser preocupante. No obstante son más de 150 los jóvenes que actualmente conforman las CLM, por lo que también es un símbolo de Esperanza.

Respecto a las Comunidades se nos habló de la importancia de cuidarlas, de tener un sentimiento profundo de hermandad entre todos los laicos de la Familia Marianista y del reto de no dejar solas a aquellas comunidades que pasan por dificultades. Se hizo patente el caso de aquellas zonas donde religiosos o religiosas dejan de estar presentes, siendo esencial que el resto de las CLM podamos apoyarles.

Tuvimos también la oportunidad de visitar en Burdeos la Madeleine y el cuarto donde vivió el Beato Chaminade, así como el colegio de las religiosas en Agen, con la lápida de la Beata Adela y su precioso lugar de reposo en la Catedral de la misma localidad. Pronto será la peregrinación de las Fraternidades de la Provincia de Zaragoza a Burdeos, pero desde aquí puedo adelantar que se trata de una visita muy bonita, muy sentida, que conecta profundamente nuestra historia como comunidad y la realidad que vivimos. Si no estáis apuntados a esta peregrinación y tampoco habéis estado nunca en estos lugares llenos de Santidad, os recomendamos encontrar un momento futuro para visitarlos pues es una experiencia preciosa.

Por último diremos que probablemente el encuentro no habrá sido el lugar ni el momento donde se hayan solucionado los muchos retos que enfrentamos como Familia Marianista… Sin embargo sí ha sido una oportunidad para conectar con realidades diferentes entre sí, que están tan lejos geográficamente pero que son cercanas en Cristo y en el Carisma. Una pequeña torre de Babel donde el idioma común era el amor y se respiraba fraternidad en todos los rincones. Un encuentro donde hemos podido conocernos y amarnos, y hemos quedado dispuestos los unos con los otros para servirnos cuando lo necesitemos. Ojalá sean muchas las oportunidades de seguir conectado los unos con los otros, ojalá el encuentro sirva también de impulso para todas las zonas.