El pasado 8, 9, 10 y 11 de octubre tuvo lugar en Madrid el encuentro de jóvenes fraternos que organizamos entre las dos provincias. Se realizó en la sierra de Madrid en Becerril. El objetivo de dicho encuentro fue el de unir, por primera vez en mucho tiempo, a los jóvenes de las dos provincias, la de Zaragoza y la de Madrid para que se conociesen entre ellos y dar oportunidad a poder celebrar otros encuentros o incluso dar vida a proyectos futuros entre las dos provincias.
A este encuentro asistieron fraternos de las ciudades de Barcelona, Valencia y Vitoria por parte de la provincia de Zaragoza y Madrid y Jerez, por parte de la provincia de Madrid. Se juntaron un total de 50 jóvenes, que para tratarse del primer encuentro catalogaría de éxito rotundo.
Contamos con diferentes acompañantes que nos ofrecieron una variedad diversa de actividades de todo tipo algunas más reflexivas y otras más dinámicas, pero todas centradas en el compartir entre unos y otros. Entre estos acompañantes contamos con la presencia de Montse Santiago, como fraterna representante de nuestra provincia y Lourdes Otaegui y Javier Palop por parte de Madrid. Nos acompañaron también Paco Calancha, Paco Sales y Daniel Pajuelo como representantes de la compañía de Maria. Incluso tuvimos la presencia de Germán Contreras de parte de Acción Marianista.
Creo que la experiencia fue muy positiva para los participantes y para poder compartirlo pedí a Andrea Hermo, compañera fraterna de Barcelona, que recogiera su sensación general y me escribiese un pequeño extracto: «Pudimos enriquecernos de las vivencias de los demás a través de las distintas actividades propuestas, tanto por religiosos marianistas como por otros fraternos, y celebrar de forma conjunta que caminamos junto Jesús. Con sinceridad debo decir que no deja de sorprenderme la calidez que sentí en el encuentro desde el primer momento en que llegué, el vínculo que se creó con tanta rapidez. Eso me demostró que hay algo que nos une a pesar de la distancia y es que, sin apenas conocernos, en realidad formamos parte de una misma familia, la familia marianista. Somos una comunidad y este tipo de encuentros lo que permite es poder recordártelo«.
Tras esto solo me queda dar las gracias a todos los que junto conmigo hicieron posible la organización del encuentro, en especial a Jimena Bescansa, fraterna de Madrid, que su implicación fue crucial parar tirar esto adelante. También quiero agradecer a todos los acompañantes que estuvieron con nosotros, por compartir y transmitir tanto en tan breve tiempo. Finalmente agradecer también a todos los jóvenes que participaron de este encuentro por su presencia y genial acogida de todo nuestro esfuerzo.
Con todo esto solo me resta decir: ¡Nos vemos en el próximo evento!
Daniel Higueras
