Con la guía y orientación de Nano Crespo, de visita el pasado fin de semana en
Zaragoza, los fraternos de la zona hemos tenido ocasión de aprender y profundizar en el
acompañamiento espiritual. Este encuentro ha estado abierto también a profesores,
catequistas y agentes de pastoral de los colegios, y se ha dividido en dos partes: La
primera, dirigida a personas que ya ejercen el acompañamiento o se lo plantean, y, la
segunda, orientada a destacar la importancia y las bondades de ser acompañados.
Nano ha comenzado su primera intervención haciéndonos cuatro preguntas acerca de
nuestra experiencia al respecto. Las respuestas le han servido para ir desgranando las
características de esta herramienta cuyo fin no es otro que ayudar a crecer en el
seguimiento de Jesús y a progresar espiritualmente a los que se sirven de ella, y que se
caracteriza por la escucha, el diálogo, la profundización, la confianza y la apertura a la
acción del Espíritu.
A las 19:00 hemos tenido la segunda parte de la reunión, a la que ya han acudido el
resto de fraternos, y que ha comenzado con una oración ambientada con la canción
“Refugio”, de Evaluna Montaner, y la parábola del buen samaritano. Durante la misma
se nos ha invitado a escribir en un papel y compartir los nombres de personas a las que
acompañamos y que nos acompañan espiritualmente.
Y, por último, Nano ha vuelto a dirigir otra reflexión sobre la práctica del
acompañamiento, que ha comenzado precisamente con un pequeño ensayo por parejas a
partir de una serie de preguntas personales sobre nuestra vida, nuestra imagen de Dios y
nuestra relación con Él y nuestra vivencia de la comunidad cristiana.
Esperamos que, gracias a iniciativas como esta, valoremos y aprovechemos más y mejor
este medio para dejar hacer al Espíritu en nuestras vidas.