Acogiendo a refugiados ucranianos

La fraternidad Magníficat ha elegido como proyecto de misión compartida el apoyo económico y emocional de una familia ucraniana compuesta por los siguientes miembros: abuela (55 años), madre (33 años) e hijo (13 años). Llegaron a Valencia el 12 de marzo en un vuelo procedente de Cracovia junto a 79 ucranianos más y, desde ese día, los 16 fraternos que forman Magníficat han estado muy pendientes del bienestar y seguridad de esta familia. Les hemos facilitado una vivienda, además de ayuda material, gestión de trámites, acompañamiento y apoyo de cualquier tipo.

Actualmente se encuentran muy bien. Durante el día están ocupados ayudando en una parroquia y asistiendo a clases de español. Por las noches ya son capaces de conciliar el sueño ya que se han ido apaciguando los pensamientos de angustia sufridos durante la primera semana en un país desconocido para ellos.

Vinieron a España gracias a la ONG «Juntos por la Vida» y quisiera destacar la encomiable labor de los voluntarios que la componen. Cáritas también está siendo un pilar fundamental en la acogida y ayuda de esta familia. Están sorprendidos y muy agradecidos por las atenciones recibidas por parte de los valencianos, no se lo esperaban y se emocionan con facilidad cuando hablamos sobre ello.

Es una familia tranquila, tradicional y muy buena. Su deseo es volver a Kiev, su ciudad natal, en cuanto acabe la guerra. Sus viviendas no han sido destruidas y desean reunirse con suS familiares lo antes posible. El niño es el que más rápido se ha acoplado, a pesar de su miedo inicial a ir a al colegio ya tiene su grupo de amigos y se ha hecho muy popular en el Centro Educativo.

El carisma marianista nos ha empujado, unido y guiado en esta labor que, sin duda, está manteniendo viva la llama de nuestra fraternidad.