Los días 26 y 27 de enero tuvimos la suerte, dos amigas y yo, de asistir al retiro espiritual que nos ofrecen anualmente los Marianistas. Hemos estado en la casa de los Salesianos en Godelleta, donde se respira naturaleza y paz. El retiro ha sido corto pero intenso. Se nos ha presentado a nuestra madre María como una madre de aquella época. Que estuvo con los discípulos y con su hijo. Mujer que dijo «sí» al Señor » hágase en mi según tu palabra». María nos enseña a vivir en comunidad, a vivir la fe en comunidad. El padre Chaminade entendió muy bien ese mensaje y de él surgen las comunidades laicas Marianistas y a través de ellas, la comunidad religiosa marianista.
Este retiro ha sorprendido a mis amigas. Tras muchos años sin hacerlo, han quedado sorprendidas por la acogida. Todo el grupo se ha volcado para hacerles la estancia agradable. Les ha sorprendido el formato tan distinto al que ellas recordaban. Meditación y después oración. Entrar dentro del relato y ser cada uno de nosotr@ el personaje del evangelio: el discípulo amado, Isabel. Cada uno de nosotros somos el discípulo amado de Jesús y también somos Isabel y María nos elige y viene a visitarnos…
Ha sido una convivencia preciosa y enriquecedora. La mayoría eran jóvenes comprometidos con la fe y con la vida marianista. ¡Qué gozada compartir con ellos y escuchar sus reflexiones!
Muchas gracias por ayudarnos a crecer en la fe y a profundizar en el evangelio. Todo está escrito en él.
Magdalena Martínez
