La alegría del reencuentro: inicio del nuevo curso

Con el comienzo del otoño y el espíritu renovado, las fraternidades de Zaragoza hemos celebrado este pasado domingo 26 de septiembre una jornada de convivencia para inaugurar el nuevo curso. Un tiempo nuevo para afrontar nuevos retos y materializar ilusiones. Y guiados por un lema: NUESTRAS MANOS EN TUS MANOS.

Hemos comenzado el encuentro con una oración, en la que hemos pedido al Señor que, acompañados por María, seamos capaces de poner nuestra misión en sus manos y ser testimonio vivo de su palabra en nuestro entorno más próximo.

A continuación, nuestro responsable de zona, Íñigo Salinas, nos ha presentado el calendario para el curso 2021-2022, detallando las actividades programadas: los encuentros mensuales, el taller sobre el evangelio de San Lucas, los ejercicios espirituales, el encuentro en Llíria de las Comunidades Laicas Marianistas. También nos ha explicado el proyecto FIAT, un material que se ofrece a las fraternidades como formación para seguir creciendo en nuestra fe.

Por otra parte, nos ha hablado de la colaboración de las fraternidades de Zaragoza en la Mesa de la Hospitalidad y algunos de los presentes han compartido su experiencia tan enriquecedora. Esta misión se va a potenciar durante el nuevo curso y, por ello, nos ha animado a todos a participar. Finalmente, nos ha presentado la nueva página web de las fraternidades marianistas de la provincia de Zaragoza: https://fraternidadesmarianistaszaragoza.org/.

Esta primera parte de la jornada ha concluido con un animado diálogo sobre el futuro de nuestras fraternidades ante la falta de nuevas incorporaciones y de una respuesta decidida por parte de los jóvenes. Sin duda alguna, un asunto crucial sobre el cual habrá que seguir reflexionando.

Finalizada la asamblea, nos hemos unido a la celebración de la Eucaristía colegial en la iglesia del Colegio Santa María del Pilar. La liturgia de la palabra ha sido muy reveladora y, de las tres lecturas, Felix Erdocia ha resaltado una idea que enlaza perfectamente con el lema de este curso: ¡ojalá que todos seamos profetas y que descienda sobre nosotros el espíritu del Señor! Sin duda alguna, un mensaje motivador en los tiempos que corren. 

Tras la misa, ha llegado el momento de compartir una suculenta comida, cuyo plato principal ha sido la espectacular paella que nos ha preparado Blanca Ferrándiz. El tiempo ha sido espléndido y nos ha permitido estar al aire libre.

Hemos iniciado un curso nuevo y hemos vivido la alegría del reencuentro. Teníamos muchas ganas de vernos y, aún con cierta prudencia, de abrazarnos. Confiemos en que la situación de la pandemia vaya mejorando y que nuestros próximos encuentros puedan ser tan vitales como el que hoy hemos disfrutado.