Los delegados de las CLM, acompañados por asesores, acompañantes, observadores y jóvenes (90 participantes de 28 países del mundo) se han reunido en Madrid del 23 al 30 Julio de 2022 con el lema «Soñar juntos la fraternidad» . Han dedicado tiempo a escuchar y contemplar la realidad, reflexionando , rezando y discerniendo en comunidad el camino a seguir. Por primera vez un grupo de 10 jóvenes de distintos países del mundo han participado del encuentro enriqueciéndolo con su visión, interpelando a las CLM y aportando llamadas. Ha sido una experiencia muy enriquecedora, un don para este encuentro y una llamada de Dios a la conversión y el dinamismo misionero.
A la luz de fratelli tuti los delegados han compartido vida como una autentica comunidad internacional de comunidades.
El domingo comenzaron reflexionando sobre como destruir los muros que nos separan. Se presentaron los informes regionales por parte del equipo internacional. Se escuchó en primer lugar la voz de todos los laicos del mundo a través de la consulta que lanzó el Equipo internacional en el mes de marzo 2022 y compartiendo una síntesis para iluminar el discernimiento en común.
El lunes se continuó con la escucha contemplativa de nuestra realidad y pudimos ahondar en el proyecto misionero de Chaminade y el papel de María en este proyecto misionero. Escuchamos el recorrido histórico de las CLM a través de los documentos elaborados desde 1993 buscando sinergias con la encíclica Fratelli Tutti de 2020. Para redescubrir la frescura del carisma debemos cultivar nuestra vida de fe personal y comunitaria con cuidado de nuestra vida de oración y nuestra participación activa en la Iglesia y en la comunidad.
El martes dedicamos el día a la comunidad, reflexionamos sobre nuestras comunidades a la luz de los documentos internacionales y la «fratelli tuti». El amor de Jesús nos impulsa como a los primeros cristianos, a formar comunidades en torno a Él . Nuestras comunidades son signos del amor de Jesús por el mundo. La comunidad y nos preparan, nos envían, nos animan, nos purifican y nos apoyan en nuestra misión.
Una mesa de la Familia Marianista con participación de miembros de las 4 ramas ( SM, FMI, AM y CLM) nos ayudó a recordar que estamos llamados a ser testimonio de familia carismática en el seno de la Iglesia universal. Y todo esto nos situó con mucha esperanza para afrontar la construcción de un sueño juntos, que nos fue propuesto por nuestro fundador, y que nosotros tenemos la responsabilidad de actualizar en este momento de la historia.
El jueves peregrinamos hasta Zaragoza para celebrar la eucaristía en la Basílica del Pilar y rezar juntos buscando la voluntad de Dios como Chaminade a los pies de la Virgen .
El viernes fue un día para concretar y fijar los desafíos para el próximo cuatrienio:
- Espiritualidad, formación espiritual.
- Misión marianista en salida, cerca de los “heridos” del mundo.
- Formar formadores y acompañantes.
- Sostenibilidad económica.
- Crecer hacia fuera, procesos de vocación a la vida marianista. Involucrar jóvenes y adultos jóvenes.
Se eligió el nuevo equipo internacional encabezado por nuestro nuevo presidente Boris Giambanco, de las Fraternidades Marianistas de la Provincia de Zaragoza; Kiyoshi Hirata (Japón), responsable de Asia, Matt Dunn (EE. UU.), responsable de America del Norte, Lilliam Valle de Garagorri (Perú), responsable Latinoamérica, Narcise Atsé Yao (Costa de Marfil) responsable de África y Mercedes de la Cuadra (España), responsable de Europa.
Escuchamos también a los jóvenes adultos que asistieron al Encuentro. Sus voces sonaron altas y claro: soñaron un mundo en el que la diversidad en todas sus formas no sea un modo de discriminación; soñaron un mundo en el que el cuidado del planeta y la crisis climática sea una prioridad para todos; soñaron un mundo en el que las personas escuchen sin juzgar al otro, en el que se respeten los derechos humanos; un mundo en el que la espiritualidad ocupe un lugar importante para dar sentido a la vida de tantos jóvenes; soñaron un mundo en el que puedan conocerse mejor unos a otros.
El sábado fue un día de despedidas y envío hacia nuestras realidades diversas para seguir caminando juntos como una autentica comunidad de comunidades, con la mochila llena de mucha vida vivida y compartida. ¡Magnificat !
Félix Arqueros / FFMM Almería
