Día intenso, lleno de emociones y deliberaciones. Así, fue el primer día de la Asamblea Provincial de las Fraternidades Marianistas de la Provincia de Zaragoza (FMPZ), un evento que, tras la oración preparada por Almería, arrancó con lo burocrático, que se hizo breve, un intenso balance de actividades en pandemia por parte de nuestra querida responsable, Begoña Marín, y la tesorera provincial, Conchita Berruete, que concluyó con un emotivo vídeo con las actividades realizadas estos cuatro años, marcados por la pandemia.
El plato fuerte de la mañana, arrancaría un poco después de la hora del Ángelus. Se trataba de la charla de la fraterna de Madrid, teóloga y profesora de la Universidad de Comillas, Carmen Márquez, que profundizó sobre qué nos pide la Iglesia hoy a los laicos, partiendo del mensaje que nos lanza a los cristianos el Papa Francisco: una Iglesia que sale al encuentro abriendo caminos nuevos, entroncando con el mensaje de nuestro fundado el Padre Guillermo José Chaminade que en el siglo XIX nos invitaba a vivir y evangelizar insertados en el mundo.
Y eso es lo que hoy nos pide la Iglesia a través del Papa Francisco, crear dinámicas de encuentro abierto a la comunidad, estar en la frontera en los límites hacia la gente, y no quedarse esperando. Pero, no se trata de pensar grandes planes o pastorales, sino poner el acento en volver al Proyecto de Jesús.
Se trata de ser Iglesia, crecer en la sinodalidad, caminar en familia: volver a los orígenes de la Familia Marianista, de iniciar proceros para revitalizar el espítitu de evangelización.
La charla sirvió como enlace a la actividad de la tarde, trabajar las líneas de acción para los próximos cuatro años a cargo del responsable de zona de Almería, Carlos Sánchez. Tras el trabajo realizado por las fraternidades en las distintas se resumió en el último consejo de provincia en 8 Líneas de Acción con el objetivo de concretar las cuatro más importantes que sean la base del trabajo del nuevo equipo. Estas líneas de acción eran las siguientes:
- Comunidad de Fe / lugares Madelaine. Hacernos visibles en la comunidad de Fe de la zona y ponernos a disposición de esa comunidad. Potenciar los Lugares Madeleine como espacios en los que se construya una comunidad variada que se forma, celebra y desarrolla una misión.
- Re-crear fraternidades: Volver a nuestra raíz, renovar nuestro compromiso personal y sentimiento de pertenencia y la radicalidad. Potenciar la corresponsabilidad.
- Caminar juntos en comunión como familia Marianista (religiosos, religiosas y laicos) con espíritu sinodal.
- Renovar nuestros itinerarios y materiales de formación así como los medios para llegar a todas las etapas.
- Jóvenes: cómo convocarles, preguntarles qué buscan. Priorizar en nuestras misiones los ámbitos de actuación donde están los jóvenes. Implicarnos en Fortes.
- Familias: acoger a las familias de nuestro entorno: implicarse en la pastoral familiar tratando de evangelizar y acompañar desde su situación.
- Participación en la Iglesia Local. Estar presente en lo que la Iglesia propone y ofrecer nuestras comunidades y ponerlas a disposición de la Iglesia diocesana.
- Misión en salida con los más desfavorecidos: pobres, ancianos, migrantes, proyectos de Acción Marianista.
Estas líneas de trabajo se realizaron en una dinámica de grupos de trabajo intensa que permitió a todos los asistentes dar su visión sobre cada línea de acción de cara a su concreción definitiva en la votación este viernes. El objetivo era reflexionar sobre la importancia de cara una en base al momento de reinicio tras la pandemia en que se encuentra las FMPZ.
La jornada concluyó con una emotiva oración con cánticos estilo Taizé, preparada por Zaragoza, y una divertida velada preparada por Valencia, en base a los tres últimos Santos Padres: Juan Pablo II, Benedicto XVI y Papa Francisco.